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¡Feliz lectura!


viernes, 23 de febrero de 2018

Cuentos para NO dormir



Cuentos para no dormir (2018), Eleonora Guerrero Quijano
con ilustraciones de Daniela Gallego

No es difícil encontrar libros para antes de dormir, con historias inviten a sus lectores a tener imágenes apacibles o felices para conciliar el sueño, pero al escribir Cuentos para no dormir (2018) deseaba conseguir el efecto contrario, quería que el lector se sintiera asustado, perturbado o incómodo y sin ningún deseo de volver a la cama. ¿Hice bien la tarea? Espero que sí, aunque esto lo decidirán los lectores. En esta entrada les contaré algunos detalles sobre el contenido del libro y su escritura.

Si están interesados en Cuentos para no dormir (Editorial Libros & Libros, 2018)se consigue a través de la página de la editorial, directamente en las librerías Panamericana (Bogotá) y próximamente estará disponible en la librería Camino A Casa (Pasto).



Acerca de los Cuentos para no dormir


Para empezar nos encontramos con con Alejandro, un niño huérfano, miedoso por naturaleza y víctima de los abusos de sus compañeros de internado. La vida de Alejandro resulta dura y solitaria hasta que conoce al sombrío profesor Edgar Mortíferus, un hombre maduro y solterón que vive en una casona descuidada y rodeado de una enorme colección de libros de terror, la mayor colección de este género que se haya visto hasta el presente.

El profesor Edgar, que es un verdadero erudito de la literatura macabra, consigue que Alejandro se vuelva adicto a este tipo de historias y al mismo tiempo le ayuda a enfrentar sus propios miedos.

Lo más interesante es que Alejandro, convertido en fantasma, es el que nos cuenta la historia de su vida, su amistad con el profesor Mortíferus y cómo ahora tiene la misión de salvar la biblioteca de la destrucción.

El relato de Alejandro tan solo se ve interrumpido por los siete cuentos que componen el libro. Esta forma narrativa, una historia que enlaza otras historias, significó un desafío personal ya que deseaba que la historia de Alejandro mantuviera al lector en suspenso de comienzo a fin, y el misterio de lo que sucedió con el protagonista y el profesor Edgar es un enigma que sólo se llega a descubrir hasta el final.

El recurso de historia enmarcada es ya bien conocido de Las Mil y Una Noches o El Decamerón y otros clásicos de la literatura, pero en el caso de Cuentos para no dormir debo admitir la influencia directa del autor británico Chris Priestley. La lectura de los Cuentos de terror del Barco Negro y especialmente de Cuentos de terror del tío Montague de Priestley fue un potente detonante creativo.

Desde luego tampoco puedo dejar de estar en deuda con los clásicos del género, sobre todo con el inmortal maestro Edgar Allan Poe (a quien rindo homenaje con el juego de nombres y otros detalles en las historias), Bram Stoker y su inolvidable Drácula (cuya forma narrativa es alucinante) y con el fantástico e inagotable Ray Bradbury. De esta manera, las distintas lecturas de terror y de fantasmas acumuladas a lo largo del tiempo fueron los andamios para el desarrollo de esta obra.

"La inundación", "Limpieza profunda", "La consulta", "Adorada mascota", "La sábana", "Día de campo" y "Tan solo un nombre", son los títulos de los cuentos que componen este volumen. En ellos encontrarán personajes siniestros y monstruosos, espectros del más allá, seres malvados y ánimas sin reposo. Tanto la atmósfera enrarecida como el desenlace en punta de cada historia son elementos fundamentales, pero es posible que lo más difícil haya sido, en algunas historias, encontrar el equilibrio entre lo macabro y lo abiertamente sangriento que puede llegar a molestar a algunos lectores.

"La inundación" y "Día de campo", por ejemplo, fueron dos historias que necesitaron ajustes tras una minuciosa lectura por parte de mi editora, que consideraba que algunos fragmentos podían llegar a ser muy truculentos.


Si bien es cierto que algunas obras del género de terror para adultos pueden desplegar todos los detalles más horrorosos y sangrientos que puedan ocurrírsele a un escritor (por ejemplo en el "gore" está completamente permitido ser descarnado), al pensar en un público más joven, y especialmente en el ámbito escolar, la exposición a este tipo de material no deja de ser un tema de discusión permanente.

La medida de lo explícitamente violento o desagradable varía en cada editor y en cada colección de literatura, y sería muy difícil lograr un consenso al respecto, pero más que entrar en los consabidos debates de "si debería leerse esto o aquello", quiero hablar de la importante lección que aprendí de este trabajo. 

En lo personal constaté que la insinuación puede llegar a ser más efectiva que el despliegue abierto de lo sangriento y que, aunque lo que se considera macabro o desagradable es muy subjetivo, siempre se requiere un mayor esfuerzo por parte del escritor insinuar lo terrorífico y lograr que la imaginación del lector se ponga en marcha.

Y aunque reconozco que la intención de estos cuentos es causar todo tipo de escalofríos y diversos matices del miedo, considero que el contenido de la obra va más allá de aquellos detalles escabrosos que erizan el vello. También  hay temas e ideas que un lector atento sabrá descubrir y saborear. La naturaleza misma del miedo y la superación del miedo, por ejemplo, son algunos temas que atraviesan el libro.


Ilustración de Natalia Gallego en Cuentos para no dormir (2018)

Ahora bien, el hecho mismo de que el libro de los Cuentos para no dormir haya sido aceptado al interior de un plan lector, que se mueve casi exclusivamente el entorno escolar, no deja de sorprenderme porque suele existir gran prevención hacia los relatos con tintes negros o siniestros.

Su inclusión en el plan lector es un síntoma saludable de que se está abriendo paso a diversos tipos de historias en nuestro medio escolar y permitiendo que los lectores puedan aproximarse a variados géneros siempre y cuando no se descuide la calidad literaria.

Por otra parte, las ilustraciones hacen un magnífico trabajo de interpretación de las historias. Al tratarse de un libro para lectores más avanzados, tiene tan solo siete ilustraciones (una por cada historia) que son un abrebocas para cada capítulo. 

La ilustradora, Daniela Gallego, emplea el dibujo a lápiz como medio de expresión,  destacando e iluminando detalles y texturas a los que se puede volver tras una segunda lectura de las historias.

En esta entrada reproduzco algunas pocas ilustraciones que, sin restar mérito a las demás, me gustan por su expresividad, encuadre, ambientación y uso de la técnica. 

En el cuento de "La Sábana", por ejemplo, la ilustradora escoge la escena en que el personaje del cuento busca en un armario ropas para crear su propio disfraz de Halloween. El encuadre es un acierto, que nos muestra la escena en picada, y nos ubica por encima del personaje dándonos una visión global y ventajosa sobre todo lo que puede haber en este mueble. 



Ilustración de Natalia Gallego en Cuentos para no dormir (2018)

El niño, por su parte, dirige su atención hacia una sábana blanca que está en uno de los entrepaños superiores, bien iluminada por un bombillo, y que se destaca del resto de las telas y materiales por su blancura y mullida textura; entre tanto, nuestra atención también se dirige hacia ese extraño ojo que se deja ver a medias en el fondo del armario. 

En este caso, la ilustración constituye una interpretación de la historia, insinuando que hay algo más allá de lo que el personaje puede reconocer entre ese mundo de ropas y objetos olvidados, algo que puede ser imposible e inesperado. 


Ilustración de Natalia Gallego en Cuentos para no dormir (2018)

Cuentos para no dormir (2018) fue consolidándose a paso lento, y aunque podría decir que las situaciones y personajes de las historias surgieron como una fugaz iluminación, en cambio, el proceso de reescritura y edición fue mucho más largo y accidentado, con muchas lecturas y lectores. Ahora, ya terminado, este libro solo espera el encuentro con un público que esté dispuesto a desvelarse. 

Si lo desean, pueden escribir sus comentarios y opiniones sobre Cuentos para no dormir (Editorial Libros & Libros, 2018) al final de esta entrada. 

El libro está disponible a través de la página de la editorial Libros & Libros, directamente en las librerías Panamericana (Bogotá) y próximamente estará disponible en la librería Camino A Casa (Pasto).

Saludos,

Eleonora