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martes, 10 de julio de 2012

Las Andanzas de Rin Rin

El 5 de Mayo se celebraron los cien años de fallecimiento del padre de la literatura infantil colombiana, el poeta Rafael Pombo (1833-1912). A manera de homenaje hemos querido recordar a uno de sus personajes más entrañables: El Renacuajo Paseador o también conocido como Rin Rin Renacuajo. Aunque su origen no es tan colombiano como uno creería, curiosamente este personaje es ya parte de nuestra cultura y tan nuestro como cualquier otro símbolo patrio.

Ilustración del artista colombiano Lorenzo Jaramillo


El Renacuajo Paseador, alias Rin Rin Renacuajo, es un personaje seductor. Aparece muy bien vestido (con su sombrero encintado y chaquetilla fina), y su porte nos revela no solo una clase social acomodada sino además buen gusto y galantería. Pero sobre todo Rin Rin es un personaje rebelde que se sacude sin remordimientos de la autoridad materna y desobedece los límites que ésta le impone; y tal vez sea esa rebeldía la característica que lo hace un personaje tan irresistible y memorable. Los niños, constantemente asediados por las normas adultas, por el no hagas esto o aquello, pueden encontrar muy graciosa y hasta deseable la desobediencia de Rin Rin, y es precisamente la capacidad de sublevarse la que lo convierte desde el comienzo del poema en un héroe - claro está que su altanería luego la habrá de pagar muy cara.




Pero antes de que le llegue el castigo definitivo hay que reconocer que Rin Rin sabe divertirse. Al salir de su casa se encuentra con un ratón vecino y juntos visitan al ambiguo personaje de doña Ratona, que hila algodón - y al parecer es muy hacendosa -, pero que nunca se niega a recibir y a entretener a los disolutos. En la casa de la ratona viene la liberación completa: beben cerveza, cantan y bailan como un verdadero grupo de bohemios. Los ratones y el renacuajo (este último en realidad se parece más a un sapo que a un renacuajo) la pasan de maravilla hasta la llegada de los gatos que se almuerzan a los ratones, y el protagonista se escapa como mejor puede para terminar siendo devorado por un "pato tragón que se lo embucha de un solo estirón." La moraleja es clara: la desobediencia y el vicio se pagan con un castigo tan supremo y radical como la muerte.



La historia de Rin Rin es una típica fábula de advertencia. "No hagas esto porque te pasará aquello." Esas profecías que de cuando en cuando disparan los adultos para disuadir a los niños de comportamientos reprochables. Estos sermoncitos rimados no eran nuevos en la literatura infantil y ya en los siglos XVIII y XIX proliferaban los versos de advertencia o "cautionary verses" en la misma línea del "Renacuajo Paseador".

 


"El Renacuajo Paseador" de Pombo nos hace disfrutar de las travesuras de su protagonista, pero al mismo tiempo nos entristece porque la mamá ranita acaba teniendo la razón. De esta forma, la historia de Rin Rin puede satisfacer en dos sentidos: por un lado hace un elogio de las travesuras de su héroe y, por otro, condena su mal comportamiento. Esta combinación al parecer asegura el éxito tanto entre los lectores infantiles como en adultos. En los niños, porque pueden sentir que el Renacuajo, así sea momentáneamente, se sale con la suya; y en los adultos, porque al final de la juerga prevalece el castigo y se cumple el augurio de la madre.


Rafael Pombo

Nos gusta pensar que Rin Rin Renacuajo, con el sombrero a la moda y su traje elegante, es tan colombiano y bogotano como Pombo mismo; sin embargo, el personaje tiene sus orígenes en una tradición mucho más antigua. Algunos sabrán que por encargo de la casa editorial Appleton de Nueva York, a mediados del siglo XIX, Rafael Pombo tradujo algunas rimas y canciones de tradición folclórica inglesa conocidos como nursery rhymes, y que los personajes que forman parte de sus famosos Cuentos Pintados (1854) en realidad tienen sus equivalentes ingleses. De esta manera "Simón el Bobito" corresponde a "Simple Simon", "La Pastorcita" a "Little Bo Peep", "Juan Chuguero" es "Tom, Tom, the Piper's Son", y, por supuesto, "El Renancuajo Paseador" es "A Frog He Would A-Wooing Go" (u otras veces conocido con el título de "Frog Went A-Courting” o “Froggie Went A-Courtin”). 

Obviando las complejidades de la traducción, el título más o menos significaría "La Rana que fue a Cortejar". Su origen se remonta al siglo XVI y se considera una canción popular inglesa, aunque algunos dicen que es propiamente escocesa. La versión musical más antigua que se conoce es de 1611 de Thomas Ravenscroft.
Pero hablar de una versión original de "The Frog He Would A-Wooing Goes" es, ya de por sí, muy difícil. Esta canción al ser parte del acervo popular ha sufrido numerosas variantes y adaptaciones a lo largo del tiempo. Podemos mencionar dos variaciones importantes: una en que el protagonista, la Rana, va a cortejar a la Ratona en compañía de su amigo el Ratón; y la otra, en la que va a proponer matrimonio a la dama y luego se celebra el casorio con la aprobación del tío Ratón. Es muy posible que Rafael Pombo se sirviera de la primera variación de la historia para su “Renacuajo Paseador”, no obstante, la idea de “cortejar” a la ratona queda relegada en el poema de Rin Rin, pero el final es prácticamente el mismo que en el poema de Pombo: las cosas terminan mal para los protagonistas.

Veamos algunos ejemplos de "The Frog He Would A-Wooing Goes" o "Frog Went A-Courting. Ésta (video abajo) es una curiosa versión de 1883, ilustrada por Randolph Caldecott (uno de los padres del libro álbum). En Gutemberg Project se puede ver libro completo.


 

Otra interpretación similar es la que hace el ilustrador inglés Charles Henry Bennett en "The Frog He Would A-Wooing Go" (que también se puede ver en Gutenberg Project). Mientras que en la versión de Caldecott se incorpora un estribillo (Heigho, says Rowley! With a rowley-powley, gammon and spinach, Heigho, says Anthony Rowley!), la versión de Bennett podría decirse que es más sobria. Lo sorprendente es que las ilustraciones de Bennett y Caldecott permiten asociar fácilmente los personajes y situaciones de la historia con “El Renacuajo Paseador”. Se distinguen muy bien a todos los personajes y sobre todo al protagonista reptil (con su sombrero de copa) que no solo representaría a los chachacos estirados de la época de Pombo, sino a cualquier otro caballero o gentleman inglés del siglo XIX.



Ilustración de Charles Bennett
Aunque estas versiones de "The Frog" aún están cercanas al argumento que conocemos, con sus momentos de diversión y de drama, Pombo deja de lado la idea del cortejo entre la Rana y la Ratona y la historia adquiere otra dimensión: ya no se trata de un protagonista infantil y rebelde, sino de uno insensato que busca un matrimonio tal vez poco conveniente. Pombo no le da relevancia a la historia de amor y conquista, sino que se centra en los excesos de los personajes, lo cual cambia el sentido de la historia. ¿Por qué hace este cambio? No es fácil decirlo, pero creo que ahí intervienen la libertad artística y los valores personales del autor.

Existen otras variaciones más audaces donde el reptil le propone matrimonio a la ratona y luego celebran un festejo con pastel e invitados indeseables. En esta versión, aparecida en el Show de Tom y Jerry de 1955, vemos al personaje del "Tío Pecos" cantando "Froggie Went A-Courtin'". Con la interpretación y arreglos de Shug Fisher (cantautor estadounidense), aquí se mezclan además otras canciones populares en un estilo folk.





También existen versiones de Elvis Presley, The Brothers Four, Bob Dylan y muchos otros lo cual nos muestra las variaciones estilísticas que ha tenido la canción, y cómo el personaje no solo hace parte de la cultura popular inglesa, sino también de la norteamericana que le impone sus propios ritmos y letras.

Decidir cuál de todas las versiones de "The Frog" es la original sería muy imprudente. Se trata más bien de comprender que la tradición oral permite todo tipo de transformaciones y nuevas interpretaciones. Esta visión también arrojaría una luz distinta sobre el trabajo de Pombo con respecto a las nursery rhymes. Sus obras, entonces, ya no serían tan "poco originales" o espurias como algunos pudieran juzgar en un principio, sino creaciones a partir de obras ya existentes. Está claro que Pombo no se robó ni falsificó nada, más bien su trabajo, al igual que el de muchos otros escritores y poetas, se cimienta en todo lo que le antecede, dejando por supuesto algo de sí mismo, y aunándose al cauce de las historias que conforman la gran tradición de la literatura infantil.



Es importante destacar lo que hizo Pombo con la canción "A Frog He Would A-Wooing Go" y los otros poemas populares ingleses. El poeta, siendo él mismo un maestro en el uso de la palabra, adaptó estas obras para el público de su época y las impregnó con su propia creatividad y las dotó de características locales (referencias a la cultura colombiana y usos específicos del idioma). De ahí que las traduccciones de Pombo se parezcan muy poco, en cuanto a su forma, a las nursery rhymes inglesas. Quizás se asemejen en el argumento (y eso con algunos cambios notables), como ya lo señalamos con el caso de “El Renacuajo Paseador”, pero hay que resaltar que el sonido y las palabras adquieren matices muy distintos. Entonces la tarea de Pombo no se limitó a traducir literalmente la tradición oral de otro país, sino que hizo una recreación de la misma. Los poemas como "El Renacuajo Paseador" pueden considerarse como nuevas versiones, obras derivadas, que se añaden a una tradición literaria más amplia y enriquecen nuestra propia cultura.

Por mucho tiempo conocimos a Rin Rin a través del poema, sin embargo esto cambió con la reciente versión de Carlos Vives (e interpretada por Andrea Echevirri y otros músicos), realizada para el álbum Pombo Musical (2008), que revitaliza la historia con una fusión de ritmos tradicionales y modernos.


He aquí una curiosa parodia de “Froggie Went A-Courtin” a cargo de la Rana René (Kermit the Frog) que, al igual que el personaje de “Froggie”, en el Show de los Muppets sostiene amoríos turbulentos con un personaje de especie distinta a la suya. En esta versión, la ratona de la historia deja plantada a la Rana.



Para finalizar, el personaje de Rin Rin también me recuerda a Toad (Sapo) en The Wind in the Willows (El Viento en los Sauces) de Kenneth Grahame, de 1908. Es posible que Grahame también se haya inspirado en la tradición popular inglesa para crear al infantil y esnobista Toad.


De tal forma que las andanzas del personaje del Renacuajo Paseador -bien sea bajo la forma de Sapo, Rana o Renacuajo- por la literatura infantil y otras formas musicales o audiovisuales, aún no terminan. Aún estamos a la espera de nuevas interpretaciones y recreaciones de "The Frog He Would A-Wooing Go" y, por supuesto, del poema de Pombo. Si recientemente se reescribió "Simón el Bobito" para mofarnos de nuestros ilustres representantes, no veo por qué "El Renacuajo Paseador" no pueda servir de base para nuevas creaciones.

Cuentos Pintados, Editorial Planeta (2012)

A mi modo de ver, el "Renacuajo Paseador" nos sigue estimulando y divirtiendo con su ingenioso juego de palabras; con la musicalidad y el humor que Pombo supo imprimirle. Además hay que reconocer que Rafael Pombo -con sus traducciones/versiones- inauguró la literatura infantil colombiana remitiéndose a lo que se había hecho antes y de tal forma incorporándonos a una tradición literaria que no termina de reinventarse.