Armadillos Voladores
Un espacio para los amigos del libro infantil y juvenil
Bienvenidos a Armadillos Voladores
Este es un espacio de opinión dedicado al mundo de la Literatura Infantil y Juvenil (LIJ). Aquí encontrarán algunos artículos, reseñas y enlaces de gran utilidad.
¡Feliz lectura!
miércoles, 5 de octubre de 2022
El nuevo Peter Rabbit: del libro a la pantalla grande
jueves, 30 de junio de 2022
Claves para reconocer un libro-álbum
¿En qué se diferencia un libro-álbum de un libro ilustrado? En esta entrada daré algunas claves para entender mejor de qué se trata el libro-álbum, un género único, donde la palabra y la imagen crean un vínculo esencial para narrar una historia.
jueves, 19 de mayo de 2022
Libros para bebés: ¿qué escoger?
Detalle de Duerme Negrito de Paloma Valdivia. Editorial FCE |
Este libro retoma la canción popular del mismo nombre. |
Fragmento de A jugar de Belinda Strong Editorial Panamericana |
Libro de tela. Ilustraciones de Stella Baggott. Al estrujarlo produce crujientes sonidos. Editorial Usborne |
Detalle del clásico: Una oruga muy glotona de Eric Carle. Los agujeros en las páginas del libro son parte fundamental de la historia y un recurso lúdico. |
Detalle de ¿Cómo cantas tú? de Giovanna Mantegazza y Giulia Orecchia. Ed. Panamericana |
Fragmento de Hola, Doctor de Michaël Escoffier y Matthieu Maudet. Editorial Océano |
Fragmento de ¡A Comer! de Satoshi Kitamura. Ed. FCE |
miércoles, 20 de abril de 2022
Tres razones por qué leer Literatura
Caperucita Roja ilustrada por Margaret Tarrant |
1. La literatura estimula la imaginación
2. La literatura despierta empatía
Al leer literatura nos ponemos en la piel de los personajes y, por un tiempo limitado, nos convertimos en el otro.
Si bien es cierto que los
personajes no son personas que habitan el mundo real, el artificio de la
literatura consiste en hacernos creer que sí podrían existir personas que actúan,
sienten y piensan de manera muy similar. A través de los personajes en la
literatura, se nos permite explorar una amplia gama de emociones, estados de
ánimo, motivaciones, pasiones, intereses o preocupaciones, y concebir cómo los
seres humanos podrían responder ante diversas situaciones, aunque éstas sean
solo imaginarias.
De esta forma, la literatura
despierta empatía y comprensión hacia la humanidad. Las historias pueden ser
ficción e incluso estar muy alejadas de la realidad (las obras de fantasía serían
el caso más extremo), sin embargo, nos permiten hacer el ejercicio de compartir
y entender un punto de vista muy distinto al nuestro, una capacidad que solo
los seres humanos podemos tener.
En Colmillo Blanco, de Jack London, se nos invita a participar de las
vivencias de un lobo en la inhóspita Alaska. Está claro que el lobo no es un
personaje humano y en la obra no se confieren rasgos de una personalidad
humana, sin embargo, en Colmillo Blanco, nos vemos abocados a observar, entender
y compartir el comportamiento del animal. La obra despierta nuestras emociones
hacia el personaje, y nos hace preocuparnos por su situación y su destino. Despierta
nuestra propia humanidad, nos hace más sensibles y empáticos. La literatura nos
permite experimentar lo que es ser otro, sin dejar de ser nosotros mismos.
Colmillo Blanco de Jack London |
3. Una experiencia que
enriquece la vida
Con frecuencia me pregunto ¿qué pasaría si no leyéramos literatura? ¿De verdad nos estaríamos perdiendo de algo? En lo personal, el mundo –sin las artes y la literatura– sería más triste y reducido.
Al no leer literatura nos perdemos de algo vital, nos privamos de
descubrir nuevos aspectos de nosotros mismos y del mundo en que vivimos, porque
la literatura es una experiencia que amplifica y enriquece la existencia.
Como explica Louise M.
Rosenblatt, en su magistral libro La
literatura como exploración: “La literatura contribuye a ampliar la
experiencia. Por medio la literatura participamos en situaciones imaginarias,
vemos a los personajes experimentando crisis, nos exploramos a nosotros mismos
y al mundo que nos rodea.” (2002: 64)
Y esto no es solo porque la
literatura pueda brindar información útil o conocimientos sobre la vida, las
personas, el mundo, la historia, etc., sino porque a través de la literatura se
nos ofrece la posibilidad de tener otras experiencias, de pensar de formas
inesperadas y de llevar otras vidas distintas a la nuestra. La literatura
enriquece lo que sabemos y conocemos, pero no de forma meramente intelectual,
sino a través de historias que nos atrapan por completo y nos transforman.
La literatura es una fuente
inagotable de historias donde se despliega la creatividad y el ingenio humano.
Hay variedad de historias para todos los gustos e intereses, pero su rasgo más
importante es su capacidad única de involucrarnos de manera personal y de
aportar sentido a la existencia humana. En palabras de Robert McKee: “Las
historias no son una huida de la realidad sino un vehículo que nos transporta
en nuestra búsqueda de la realidad, nuestro mejor aliado para dar sentido a la
anarquía de la existencia.” (1997: 29)
Volviendo al ejemplo de Colmillo Blanco, en lugar de leer esta
novela mejor podríamos leer artículos, ensayos o libros informativos que nos
ayuden a conocer el comportamiento de los lobos en Alaska y a profundizar sobre
sus hábitos de vida. Eso estaría muy bien si lo que deseamos es solo conocimiento
e información. Pero la experiencia literaria nos da la oportunidad de
sumergirnos en una historia donde llegamos a compenetrarnos con el lobo, sufrir
con él sus desventuras y habitar ese mundo especial, duro y salvaje, que Jack
London ha creado para nosotros. A esto se suma la forma particular como el autor
emplea el lenguaje literario, la belleza de su prosa y de sus imágenes. En
definitiva, leer literatura nos permite acceder a una experiencia más rica, y muy
distinta a la que otros textos nos pueden ofrecer.
No cabe duda que existen muchas otras razones por qué leer
literatura, y tal vez conviene recordarlas cada vez que pensemos que podríamos
estar leyendo algo diferente.
¿Cuáles son sus razones para leer literatura?
Todos sus comentarios
son bienvenidos.