Papelucho es un personaje 'ultra-conocido' por los chilenos, aunque entre los colombianos, lamentablemente, no podamos decir lo mismo. ¿Quién es Papelucho? Admito que hasta ahora no leído un solo libro sobre él (hace poco me enteré de su existencia), pero a través del artículo de Isabel Ibaceta se ha despertado mi curiosidad por ir a su encuentro... Hay una pequeña justificación para nuestra ignorancia: los libros de Papelucho no circulan con facilidad en nuestras librerías colombianas, pero entonces habrá que arreglárselas y buscarlos en bibliotecas públicas (como la BLAA) o en colecciones curiosas.
El artículo que ofrecemos a continuación no sólo es una buena introducción al mundo de Papelucho, sino que además nos lleva a cuestionar: qué tanto saben realmente los mismos chilenos sobre el personaje y la serie escrita por su autora: Marcela Paz.
Agradecemos muy especialmente a Isabel Ibaceta, entrañable amiga y colega, por contribuir con este texto exclusivo para Armadillos Voladores, y ¡que sea bienvenido Papelucho a nuestras tierras!
Sobre Isabel Ibaceta:
Bibliotecaria,
Licenciada en Gestión de Información de la Universidad Tecnológica
Metropolitana de Santiago de Chile. Minor en Inglés y Magister en Literatura
Infantil y Juvenil de Roehampton University en el Reino Unido. Ha realizado
también, estudios de promoción de la lectura en el Banco del Libro de Venezuela
(on-line). Actualmente, es candidata a Doctora en Literatura Chilena e
Hispanoamericana en la Universidad de Chile. Su investigación doctoral se
focaliza en literatura chilena entre 1930 y 1980, y particularmente en la
influencia de la serie “Papelucho” en el canon y desarrollo de la narrativa
infantil durante dichas décadas.
Papelucho: el niño más famoso de la literatura infantil en Chile
Por: Isabel Ibaceta Gallardo
‘Los Papeluchos’ son una serie de doce libros[1] de la autora chilena Marcela Paz (seudónimo de Ester Huneeus Salas, 1902-1985), publicados entre 1947 y 1974. Papelucho, el personaje central de estos textos, es uno de los niños más populares y más referenciados en el ámbito de la literatura infantil en Chile.
Papelucho en vacaciones (original de 1971) Editorial Universitaria, 2001 |
Este personaje, que es el narrador
en primera persona en estos textos, tiene entre 8 a 12 años (crece durante la
serie), pertenece a una clase media acomodada y vive generalmente en Santiago o
en centros urbanos. Papelucho relata en forma
autobiográfica y a través del dispositivo del diario íntimo (en la mayoría de
los textos, pero no en todos), el acontecer de su vida cotidiana y de su
familia por un período indeterminado de tiempo, el cual se extiende
probablemente por tres o cuatro años de su infancia a lo largo de toda la
serie.
La voz narrativa construida a
través de la articulación del punto de vista del niño, ha sido considerada como
una de las primeras y más exitosas tentativas de generar la sensación de un
hablante infantil. Académicos como Manuel Peña, han señalado que es la primera
voz que emerge en la literatura infantil chilena que crea un niño ‘más real’.
Papelucho, edición en griego |
¿Papelucho?, oh sí, por supuesto, ¡Papelucho! Sentimos que la mayoría de los chilenos y chilenas sabemos muy bien quien es. Como alguien dijo por ahí, “el que no conoce a Papelucho simplemente no es Chileno”. Tanto pregonamos que lo conocemos, que pareciera que ese conocimiento está en el aire del territorio nacional, que ese ser casi material nos pertenece a todos. Así, insistimos con propiedad, en que Papelucho representa la esencia del niño chileno: divertido, alegre, tierno, rebelde y justiciero. El niño ‘nacional’, ese ser que encarna la más pura idiosincrasia del ‘cabro chico’[2] chileno, ese ícono simplificado, construido en el ya clásico y enmarañado proceso social discursivo de la construcción identitaria nacional.
Papelucho en la clínica (original de 1958) |
Internándome en
estos textos -en las primeras ediciones principalmente dado que las nuevas han
variado bastante-, constato sin embargo, que no hay un solo Papelucho, hay
varios. El Papelucho de los años 40 y 50 es contestatario, con unos interesantes
tintes anarquistas; un niño desolado y triste, muy decepcionado y escéptico de
las formas de vida y ética de los adultos, que desarrolla una crítica social y
de clase. En su oposición a las formas de vida adulta y a la ley Papelucho dice:
-Es
una lástima que sea pecado ser ladrón, porque es la única manera de ganar plata
y, además no aburrirse. Me cargan los ingenieros, los abogados, los tapiceros y
los profesores (Papelucho).
-¿Quién hizo las leyes? Yo creo que debe haber sido un perverso (Papelucho casi huérfano).
El Papelucho de los
60 es menos ácido y se vuelca a problemáticas más íntimas, focalizando su
crítica predominantemente en la institución de la familia y las formas de
crianza. Le dice, por ejemplo, a su
mamá:
- Si quiere yo se
la educo (a su hermana menor) – le ofrecí-, porque se ve que Ud. no tiene ni la
mayor idea. (Papelucho: mi hermana Ji)
Ilustración de ¿Papelucho Soy dix-leso?, 1974 |
Por lo anterior, no veo cómo y de dónde nace la idea generalizada de comentaristas, críticos, reseñas en diarios y otros medios, en donde se habla de un Papelucho tan bien definido, con un carácter tan delineado; un Papelucho ‘compacto’ y sin contradicciones. Esta idea, con ejemplos como los de los párrafos anteriores, puede rebatirse claramente.
Papelucho y mi hermana Ji, 1964 Editorial Pomaire |
Buscando a Papelucho en el
papel, buscándolo desde su propio habla y sin mediaciones de reseñas críticas,
periodísticas y otros documentos que insisten en reducirlo a historias de
“humanidad, ternura, felicidad y aventuras”, corroboro un gran desconocimiento
en dichos textos, tanto de la
construcción del personaje literario, a través de la estilística de su voz, así como de la diversidad y
complejidad de los motivos, temas, ideologías, y técnicas narrativas que
articulan el relato en esta serie.
Si a nivel de celebridad
pública conocemos bastante de Papelucho. A nivel académico, y desde los
estudios literarios, esta serie, este niño -al cual constantemente se alude, desde una perspectiva esencialista sobre la
infancia, como una de las más fieles representaciones del mundo, mentalidad y
psicología del niño chileno (nótese, aquí, que el niño chileno sería entonces ¡sólo el niño de clase media acomodada!)- es en realidad una compleja incógnita:
¿Por
qué no crece Papelucho?, cosa que insistentemente se repite. Lo dice, por
ejemplo, Fuguet en el artículo que se mencionó anteriormente (que es uno de los
más lúcidos comentarios que se puede encontrar en la prensa en todo caso).
¿Seguro
que no crece? Pues, hay varias referencias explícitas e implícitas en los
propios libros de Papelucho que nos pueden demostrar lo contrario.
Ilustración de la séptima edición de Papelucho, Editorial Sudamericana, 2010 |
En
el libro número dos, Papelucho casi
huérfano, el niño nos dice refiriéndose al libro anterior: “Cuando yo era
chico, escribía mi diario, pero un cabro de la clase me lo tiró a la basura”.
También comenta: “Mi historia pasada era una buena lata, pero la que empiezo
ahora es muy distinta, porque ya sé muchas cosas que antes me parecían
misterios.” Más adelante señala: “ya tengo diez años y medio y me falta bien
poco para los once y tengo hartas ganas de cumplirlos porque voy a cambiar.”
Así, el mito de que Papelucho
no crece es un buen ejemplo de cómo se construye un ‘Papelucho deseado’, una
figura pública icónica a partir de ‘Los Papeluchos’ que componen la serie
novelesca. Queda pendiente problematizar y preguntarse por qué se ha hecho
común esta idea de un Papelucho biológicamente inmutable.
Habiendo dicho todo lo
anterior y para terminar me pregunto:
Papelucho detective (original de 1957), Editorial Suramericana, 2003 |
¿Conocemos
realmente a Papelucho? ¿Es solo esa
figura pop local de la que habla Fuguet? El Papelucho en el papel, el que nos
habla directa y secretamente a través de ‘su’ escritura ¿quién es, cómo es,
para quien escribe?
Pero
¡no!, por favor no tomen todo lo anterior como un discurso negativo. Al
contrario, el desconocimiento y el estado inexplorado de esta serie abre un
gran espacio para la producción y proposición de significados desde la teoría
literaria y desde cualquier otra perspectiva desde la cual se la quiera
estudiar.
[1]
Papelucho (1947), Papelucho
casi huérfano (1951), Papelucho
historiador (1955), Papelucho
detective (1957), Papelucho
en la clínica (1958), Papelucho
perdido (1960), Papelucho
y mi hermana Ji (1964), Papelucho
Misionero (1966), Papelucho
y el marciano (1968), Papelucho
y mi hermano hippie (1971), Papelucho
en vacaciones (1971), Papelucho
¿soy dix leso? (1974).
[2]
Forma coloquial de llamar a los niños en Chile.
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Recomendamos ver:
La página de la Fundación Marcela Paz. Muy bellamente diseñada, fácil para consultar y que nos permite conocer más sobre la autora de Papelucho, entre sus otras obras literarias y contribuciones. Algunas de las imágenes de las portadas fueron tomadas de este sitio web.
Y una curiosidad: el trailer de la película animada "Papelucho y el Marciano" (2007). Adaptación del libro del mismo título y realizada por chilenos.
Malísimo...
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